La foto fue publicada por el diario Clarín del sábado 22 de noviembre, página 58. Es una realidad cercana, en el centro mismo de Buenos Aires, que puede acabar en una gran tragedia, aunque los políticos, como siempre, están aprovechando de la necesidad de la gente para picanearse entre sí. Y la gente construyendo en alto sin saber cómo se hace, creyendo que por ser albañiles sí saben cómo se hace, y arriesgando quijotescamente sus vidas en una pelea con quién sabe qué negociado escondido debajo de qué fina y ambiciosa alfombra.
Dedicado a la memoria de mi padre, Julen de Urrutia.
martes, 25 de noviembre de 2008
Molinos que el viento sueña
La foto fue publicada por el diario Clarín del sábado 22 de noviembre, página 58. Es una realidad cercana, en el centro mismo de Buenos Aires, que puede acabar en una gran tragedia, aunque los políticos, como siempre, están aprovechando de la necesidad de la gente para picanearse entre sí. Y la gente construyendo en alto sin saber cómo se hace, creyendo que por ser albañiles sí saben cómo se hace, y arriesgando quijotescamente sus vidas en una pelea con quién sabe qué negociado escondido debajo de qué fina y ambiciosa alfombra.
Dedicado a la memoria de mi padre, Julen de Urrutia.
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