sábado, 25 de octubre de 2008
Rebelión de las sombras
La foto fue levantada del Clarín del 23 de octubre, página 26. Al pobre presidente Lula Da Silva lo “ensombrecí” transformándolo también en sombra colorida, como corresponde a, por lo menos la idea que tenemos los argentinos de la idiosincrasia de los brasileños: fiesta, color, alegría, sexo, fiesta, movimiento, placer, sexo, alegría, todo el día y la noche en continuado. (Muchachos: les aviso que no es así: no hagan más papelones con las morochas de Florianópolis.) Igualmente se debe reconocer que no tienen nuestra característica melancolía alpediana, que en cuanto pueden la pasan bien y que el color de los trópicos los reúne, los nuclea, los invade, los cubre, los alimenta, los transforma (a cachaça também). Por eso invadí sus sombras, que aquí se rebelaron ante la falta de colorido y se apropiaron de todos los colores que encontraron a su paso. Va dedicado a Gal Costa que viene en pocos días a deleitarnos con su bahianice.
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