miércoles, 29 de agosto de 2007

Todo mío!!!

Qué les pasa cuando van al teatro y compraron una entrada en el centro de la fila para ver mejor (es sin duda la mejor ubicación): si llegaron un poquititito tarde seguro que tienen que sortear a todos sus vecinos en una estrechez terrible que los obliga a querer estirarse hacia arriba, adelgazarse instantáneamente, afinarse como lápiz. Y no digamos si es invierno y vamos con abrigos. En esos momentos, ¿no desean disponer de un espacio enorme a su entera disposición como si fueran pulpos o arañas y tuvieran el privilegio exclusivo de poder ocupar varias butacas? Bueno, siempre hay por ahí algunos que se toman esa atribución. En los medios de transporte también. Ahhh! La foto salió en La Nación Digital el 27-08-07 en la nota “Jornadas sobre teatro universal”.

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